"Es domingo por la mañana y estoy escribiendo una carta de amor. Del
otro lado de la ventana de la cocina el cielo brilla y los planetas
chocan unos contra otros. Siento la cabeza hirviente y estoy un poco
inquieto. Mi cerebro empieza a comportarse como un V-8 con los cables
cruzados. Las cosas ya no son lo que parecen ser. Mis teléfonos están
embrujados y oigo animales que me susurran desde lugares que no llego a
ver.
Anoche, un inmenso gato negro trató de atacarme en la piscina
y después, súbitamente, desapareció. Me di vuelta y entreví tres
hombres con chaquetas verdes que me observaban desde detrás de una
alejada puerta. Uy -pensé-, algo extraño está ocurriendo en este lugar.
Húndete bien en el agua en el centro de la piscina.
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